Joder. Otra vez me
ha pasado. Y van dos veces en menos de un mes. A ver si es que al
final me va a gustar a mi la piedra esta en la que tropiezo. Espero
no acabar siendo como el cazador del oso, que al final el oso dice,
"a ver si es que no vienes a cazar"
Porque me he
vuelto a tropezar en la piedra de la solidaridad. Y me he vuelto a
enfadar, a cabrear, a sentir que es una oportunidad perdida, que al
final no hacemos más que seguir el juego al capitalismo, que es el
modelo económico que está destruyendo el planeta, y de paso,
nuestras vidas y nuestro futuro.
En esta ocasión
iba medio preparado, sabía a donde estaba yendo, y efectivamente
resultó ser la boca del lobo. La llamada Moneda Social en realidad
es la Moneda Solidaria. Podría haber sido la Moneda Revolucionaria,
de ahí que piense que es una ocasión perdida.
GTV Advisory: Mi
asesora personal en temas de Guadalajara me ha aconsejado no
publicarlo, o cambiar algunas cosas, pero no la he hecho ni caso.
Fui a la asamblea
de la moneda social para pedir explicaciones. ¿Y quien soy yo para
pedirlas? Un socio más de El Rincón Lento. Preguntar el cómo y el
porqué de las cosas que se habían acordado en el reglamento de uso
de la moneda. Y me encontré respuestas de lo más peregrinas.
Primero, la moneda
se lanzará en Azuqueca el próximo 8 de junio 2013, y ésta era la
reunión definitiva para cerrar los temas pendientes y ponerle
nombre. Pregunté qué prisa había, y me dijeron que se llevaba ya
unos meses trabajando en el proyecto y que ya era hora de lanzarlo.
Pues no. Los
proyectos no se lanzan porque lleven ya un tiempo rodando. Los
proyectos se lanzan cuando están maduros para ello. Hay manzanas que
en dos meses caen solas del árbol, y otras que llevan más tiempo
para que maduren. Y la moneda no está madura.
Lo que yo creo: si
se hubiera empezado haciendo un banco del tiempo ( ¡¡coño, si es
justo lo que yo quería hacer!! ), la gente más práctica, la que
tiene ahora prisa por poner en marcha la moneda, serían los que
habrían dado forma al BdT, y estarían en el grupo de seguimiento y
habrían dejado madurar más a la moneda.
Segundo, ante mis
preguntas de cómo se llegó a la valoración de los servicios y los
bienes, la respuesta fue que hubo mucha discusión y que, para
avanzar, se acordó "eso". Es decir, que cada cual ponga a
sus bienes y servicios el precio que quiera.
Para avanzar. Para
avanzar. Para avanzar se va a hacer una moneda vacía de contenidos,
vacía de regulaciones, vacía de filosofía, vacía de economía,
vacía de valor. Vacía de reflexión. Vacía de objetivos. Y el
objetivo es lo primero que hay que tener claro en cualquier proyecto,
porque si no tienes un destino, no vas a poder fijar un rumbo.
Y luego, el rumbo.
La reflexión económica en este caso, la ética y la moral. Quiero
llegar a ese objetivo, pero, ¿en qué condiciones? ¿todo vale?
¿Para que la moneda sea usada por mucha gente abro la puerta a las
instituciones que han creado o permitido la crisis? ¿Y a las
empresas?
Tranquilos, todo
eso lo deciden las asambleas.
Como digo, una
moneda vacía. Una moneda de mínimos. Un redondel en el que cada
asamblea puede meter lo que le de la gana. Uy, esto a quedado un poco
guarro, ¿no? Mejor lo dejo :)
Tercero, en varias
ocasiones me preguntaron, "¿Qué propones?", casi de forma
acusadora, como diciendo, "no has venido a las reuniones durante
cuatro meses, y ahora te presentar a tocar las narices". A lo
que yo me tragué todo mi enfado acumulado y respondí "no he
venido aquí a proponer, sino a preguntar".
Y mi enfado
acumulado es por lo siguiente. En marzo 2013, tras leer el acta de la
reunión en la que se había empezado a dar forma a la moneda, mandé
por email las preguntas sin respuesta que encontré. La pregunta más
importante, que puse en una sola línea y en negrita ( como ahora)
fue:
¿Qué modelo
económico queremos implementar con la moneda complementaria de
Guadalajara?
Se me respondió
que sí, que se estaba trabajando en ello.
Tras el acta de la
siguiente reunión volví a incidir sobre esta pregunta, sobre lo que
veía que faltaba, y sobre lo que yo consideraba "errores de
bulto". Cosas que me parecía que estaban muy mal. La respuesta
fue mandarme a la mierda, con mucha educación, eso sí, y recibir
una llamada al orden de una de las personas de ese grupo promotor.
Llamada desagradable que además se produjo el día de mi cumpleaños
mientras lo estaba celebrando con los amigos.
¿Yo que propongo?
¡¡Que se me escuche!! No ahora, sino cuando hablé al principio.
Pero ya es tarde para eso.
Cuarto, y para
acabar, pues en cuanto confirmé mis temores de que la moneda social
se había convertido en la moneda solidaria salí muy educadamente de
la reunión, pues dije "me voy" y "adiós"...
Cuarto, y para
acabar, uno de los miembros dijo lo que quería conseguir con la
moneda: que sirva para dar de comer a la gente que se ha quedado sin
trabajo y que lo está pasando mal. Y yo pregunte, "y cuando la
crisis pase, ¿qué vuelvan a encontrar trabajo en el modelo
capitalista y dejen la moneda social?". La respuesta fue "pues
sí", y comentarios respecto a que eso ha pasado con otras
monedas. Y el apoyo a estos comentarios fue casi unánime.
Es decir, que al
trabajador que el sistema capitalista le niega la comida, se la damos
nosotros, le alimentamos, le cuidamos, le mantenemos ocupado con la
moneda social, etc. Y cuando la crisis pase, se reincorpora al
capitalismo. ¿No?
Poniendo un símil,
mientras el monstruo no tiene mucho hambre y no necesita a 6 millones
de personas que ahora mismo están en paro en España, nosotros los
mantenemos. Y cuando el monstruo vuelva a tener hambre, los tiene
listos para comérselos.
A mi me parece que
esto, más que estar en contra del capitalismo, es trabajar con él,
¿no?
Además, esta crisis no acabará nunca, porqué no es una crisis económica. Es
una crisis energética.
Ah, y si lo que se
quiere es dar de comer a la gente que está pasando hambre, yo
propongo algo revolucionario...
¿Qué os parece
la idea de que ellos mismos produzcan su comida? Creo que había una
idea así por ahí... ¿cómo se llamaba? ¡Ah, sí! Huertos revolucionarios. Perdón. Huertos solidarios.
Quinto, y para
acabar del todo con la moneda solidaria, vi una cosa que me
entristeció mucho. Vi cansancio. Vi agotamiento. Vi gente deseando
acabar con el proyecto. Vi que no habían conseguido ponerse de
acuerdo en prácticamente nada, y por eso llegaron a acuerdos de
mínimos para sacar el proyecto adelante.
¡¡Reflexión en abundancia sobre
como se están haciendo los proyectos revolucionarios!!
Celta Errante