jueves, 15 de noviembre de 2012

EL BANCO DE MI TIEMPO

Estoy metido en un proyecto en el que aún estamos definiendo que queremos hacer, y que tal vez, posiblemente y si la mayoría lo decide así, haremos un banco del tiempo. Es lo que tienen los proyectos comunitarios, que hay que hablar, debatir, discutir en el sentido RAE-riano de la palabra, negociar, votar, y aún estamos en ello.

¿Que es un banco del tiempo? Pues he leído la definición de la wikipedia, pero no me convence, con lo que pondré la mía:

"Un banco del tiempo es una herramienta revolucionaria para destruir el capitalismo."

Mmm... no sé si así queda bien explicado. Voy a intentarlo otra vez:

"Un banco del tiempo es la manifestación de un modelo económico cuya base es que una hora de trabajo de una persona es igual a una hora de trabajo de otra persona, independientemente del trabajo que se realice en esa hora."

Es decir, que una hora de trabajo de un médico en un hospital vale igual que una hora de trabajo de un limpiador en un hospital. O que un enfermero. O que un administrativo. O que un albañil que construyo el hospital. O que un arquitecto que lo diseñó.

Para mi está clarísimo. O no. Bueno, la verdad es que no. Por eso he tardado tanto en escribir este post, porque no lo tenía claro. Y las horas que he invertido para llegar a ser médico, ¿como se me pagan, se me recompensan, se me tienen en cuenta en este sistema? ¿Y las que he empleado para aprender a limpiar un hospital?

Comencé a hacer un análisis lógico de la situación, siempre dentro de mi propia lógica. Porque lo que intercambias realmente no es una hora, es lo que eres capaz de hacer en una hora. Es por el trabajo que realizas en una hora. Y entran factores de rendimiento, pues hay gente que trabaja más lenta y otra más rápida. Y de calidad, y también la relación "calidad-precio", que quiero que me cortes el pelo pero no necesito la calidad máxima posible alcanzable, porque me va a seguir creciendo y en dos meses me lo corto otra vez. Y el tiempo invertido en estudios y años de experiencia para poder desarrollar ese trabajo.

El orgullo, el estatus, el pedestal en el que nos subimos. ¿Cómo coño va a ser igual una hora de mi vida, yo, que soy ingeniero superior aeroespacial por el MIT de Massachusetts, igual una hora de mi vida igual, igual que la hora de la vida de la señora que me limpia el piso?

Y, sobre todo, la responsabilidad. Por que hay trabajos de alta responsabilidad, como cuidar niños ajenos ( cuidar los propios también lo es, pero como son propios la responsabilidad va asumida en la propia mater-pater-nidad ), o mecánico de coches. Y otros de menor responsabilidad, que omitiré para que ningún gremio o persona humana pueda ofenderse. Que de todos es sabido que la primavera las susceptibilidades altera.

Tras marear mucho las cosas dentro de mis esquemas mentales al único lugar al que llegué fue al buenismo. Al punto en el que los que consideramos que "la hora de mi trabajo" vale más que "la hora de tú trabajo" decimos: bueno, no pasa nada, si todos somos buenismos y yo lo acepto con generosidad. Acepto trocar mi vaca por tu gallina, tengo la impresión de que salgo perdiendo, pero como soy buenismo, pues lo acepto con generosidad.

Yo notaba a todo esto a mi musa revoloteando a mi alrededor de muy mala hostia, y yo teniendo la impresión de que lo que había escrito no la gustaba nada. No confundir a mi musa con mi primavera, que una es un ser mitológico al cual sólo veo yo ( al menos a la mía, aunque no soy celoso y espero que también inspire a otros... ) y la otra es una persona corpórea que es vista por el resto de personas con las que me relaciono, descartando de paso que sea otro ser imaginario de los que me rondan de vez en cuando.

He dejado todo esto macerando durante unas semanas, buscando la salida, porque el tema del buenismo porque sí no me convence. Y menos si, estando involucrado en el proyecto, alguien me pide que se lo explique, comenzamos a debatir de cosas profundas y tengo que acabar por dar la respuesta del buenismo. Es como decir, "no tengo más argumentos, o lo aceptas, o no". Y eso me suena a dogmatismo, lo cual no me gusta nada.

Así que anoche me tumbé a los pies de una hermosa montaña de las Highlands escocesas a la que me llevó mi musa, y me puse a escuchar las estrellas, a ver si ellas conseguían sacarme de mi lío.

La Diosa Ceridwen me acompañó durante mi ensoñación y pudimos hablar durante un rato. La expuse mi problema temporal con el banco del tiempo, y con su habitual delicadeza me dijo:

  • Estás creando una herramienta revolucionaria para destruir el capitalismo con la misma mentalidad que los capitalistas. ¡¡Serás cazurro!!

La iba a responder con un "perdona, bonita...", pero eso de estar hablando con una Diosa Celta intimida un poco a los que somos mortales, aunque almas eternas en esencia.

  • ¿Qué quieres conseguir con el banco del tiempo?
  • Pues... un paso previo para una moneda complementaria.
  • ¿Qué quieres conseguir con la moneda complementaria?
  • Vivir en una economía que me guste y con la que me sienta a gusto.
  • Defíneme "economía que me guste" y "economía con la que me sienta a gusto".
  • Una economía que no destruya el planeta, porque es el lugar en el que yo y mi descendencia va a vivir y del que quiero disfrutar y que disfruten.
  • Una economía que sea ecológicamente sostenible, tendiendo a usar exclusivamente energías renovables y materiales obtenidos de forma sostenible y renovable.
  • Una economía que frene el cambio climático.
  • Una economía desde lo local y para lo local, sin que esté cerrada al intercambio con otras economías locales y otras culturas.
  • Una economía donde lo que importa es la persona y no el dinero.
  • Una economía que permita que todo el mundo tenga para comer y vivir.
  • Una economía donde el lugar de trabajo sea "el lugar de la alegría", porque todo el mundo trabaja en lo que le gusta. Donde todo el mundo disfruta de lo que hace. Y todo el que quiera trabajar tenga trabajo.
  • Una sociedad que sea consciente de que todos somos importantes e imprescindibles para el funcionamiento de la misma, desde los agricultores y ganaderos que producen comida, las tiendas donde se vende, los médicos que nos curan, los maestros que nos enseñan, los artistas que nos transmiten mensajes de las diosas... todos somos igual de necesarios e importantes.
  • Dime... ¿que te has fumado antes de venir aquí?
  • No, Diosa. Estos viajes son sin drogas, vienen incorporados de serie en mi naturaleza eterna. Y no me interrumpas. Perdón, con su permiso, Diosa, me gustaría continuar...
  • Continua, pero ve acabando, que pronto va a amanecer...
  • Una sociedad donde todos seamos conscientes de la importancia de uno mismo, y de la importancia de los demás. Una sociedad donde todos seamos iguales.
  • Y un banco del tiempo, ¿como ayuda a crear eso?
  • Me rompe los esquemas capitalistas que llevo impregnados en todo mi ser por vivir en una sociedad capitalista. Y una vez rotos, me toca preguntarme, una y otra vez, ¿Qué es lo que quiero conseguir con el nuevo modelo económico que voy a crear? ¿Qué es lo que quiero crear?

Efectívamente. Amaneció. Volví a a aparecer en la Alcarria, todavía con los aromas de las montañas impregnados en mi aura, la energía de los dioses en mis dedos, dispuesto a teclear hasta sacar todo lo que llevo dentro. Y me sigo preguntando, ¿Qué es lo que quiero crear?

No es buenismo.

Mi hora de trabajo es igual a tu hora de trabajo. Por que el trabajo que hago en esa hora es algo que me satisface. Lo hago sin prisa porque lo hago conscientemente, disfrutando de lo que hago. Y los años que he dedicado a formarme para poder hacer ese trabajo los he empleado con gusto. Los libros que he leído, los secretos de las ciencias que me han sido desvelados, la experiencia misma de pasar por la universidad. Sí, con estrés por los exámenes, con nervios por la presentación del proyecto fin de carrera, con alegrías y tristezas según me veía avanzar a mi y a mi compañeros. ¡Y los buenos ratos! ¡Y las amistades que se hicieron!

Mi hora de trabajo es igual a tu hora de trabajo. Por que sin los que extraen el petróleo, los que fabrican maquinaria agrícola, la venden y la mantienen y el agricultor que trabaja no se podría producir cebada ni lúpulo. Sin fontaneros, fábricas de tuberías, minas de cobre y de polietileno ( porque sale de las minas también, ¿no? ;) ), maquinaria pesada y muchos obreros, no sería posible mantener un suministro constante de agua a la fábrica. Sin el trabajo incansable de la Madre naturaleza no tendríamos agua limpia que llevar hasta la fábrica. Sin la levadura GUINNESS ® que no sé de donde coño sale... Y sin el trabajo de mucha gente durante generaciones, desde que el genio Arthur Guinness firmó en 1759 el contrato de alquiler por 9.000 años, hoy no podríamos disfrutar de la mejor cerveza del mundo, gracias a la cual los irlandeses se quedaron en su isla y no se lanzaron a la dominación del mundo. Y sin toda esa gente la vida no tendría sentido, y tendría que buscarle otro sentido a la vida o descubrir de donde sale la levadura GUINNESS ® para hacer mi propia producción casera.

Mi hora de trabajo es igual a tu hora de trabajo. Por que el motivo por el cual trabajo no es enriquecerme y acumular, no es exclusivamente mi beneficio propio. El motivo por el cual trabajo es crear la sociedad en la que quiero vivir, y de la quiero que mis hijos disfruten, y mis sobrinos, y mis congeneres con los que creo una comunidad. Es conseguir aquellas cosas y servicios que necesito para vivir. Y cuando los tengo, para conseguir las cosas y servicios de los que deseo disfrutar. Y cuando los tengo, entonces lo hago por el mero hecho de que disfruto de lo que hago.

Y si tú piensas como yo, bienvenido al banco de mi tiempo.

¡¡ Bancos de tiempo en abundancia !!

Celta Errante